GUENA CABEZA "CABEZAS DE CERA"

EL FRACTAL SONICO DE LOS “CABEZAS DE CERA”
Un apunte sobre el tentáculo cósmico mejicano, de este “trío para un par perfecto”, discípulos de Fripp y sus chicos o al mas puro estilo de Jonh Zorn y Nacked City o mas cercano aún, Jorge Reyes o Zepeda en México los padres musicales seguramente, al menos en la experimentación étnica. En efecto estos tres músicos te pueden volar la cabeza fácilmente con sus aparatos de manufactura propia, el tricordio, el jarana prisma o el stick. Debo confesar que el stick me alucina el sonido profundo de cada acorde y la sonoridad y potencia de los bajos es algo para agradecer, además que manos virtuosas es doble placer. Cada vez me convenzo más que no podemos progresar culturalmente si en un evento como este en una ciudad como Valdivia, asisten 50 personas, sin considerar los que se van porque vaya que hay que tener oído diestro para recibir los embates poderosos del sonido bien aprovechado y las escalas en lugares no acostumbrado. Romper con las catedrales no es fácil y hasta el avezado queda un poco aturdido.


El concierto en el Lord Cochranne, con alguna falla inicial para lograr conexión con el midi, se repuso de inmediato con una andanada de golpes sonoros rebotando en la cabeza, es verdad que algunas percepciones tienen su efecto retardado y estas notas han seguido dando vueltas, bueno ayudada por el disco fractal sónico que apoya esta permanencia.
Es necesario chequear a estos individuos, esta escena no es muy apetecida, me refiero a la plataforma experimental, collage, alternativo. Pero el tratamiento cercano a nuestras costumbres suena algo más amigable, que la propuesta alemana por ej., siempre tan intelectualizada, que cuesta agarrar la idea. Los Cabezas de Cera te van a dejar un rato con la cabeza bamboleando en el museo espacial de las sonoridades y su inventiva abstracta. Gran descubrimiento, es cierto que podría hablar de las falencias porque las hay en toda muestra existe, pero es más importante el atrevimiento la propuesta, la creatividad para generar nuevos sonidos. Larga vida al “charrófono”.