TEAR DOWN THE WALL ...DERRIBEMOS EL MURO

Me prestaron el disco, 2 long play de paquete, fue un regalo impensado, pues quien me lo pasó, nunca tuvo idea de lo que era, lo escuché tanto tiempo que llegó a ser mío. Desde aquel tiempo, ya tenía un amor incondicional y melómano por los vinilos, me entretenía con la gráfica y el diseño de las caratulas, tardes enteras. Con tan pocos años y en escuelas de nulidad bilingüe, mi ingles era más que paupérrimo, sin internet, pero con las letras en el disco, traducía a trocitos, como flash-back las frases de Waters, aquellas palabras con esa música tan lúgubre y estilizada armonía, me producían una especie de trance, golpeándome con coros y riffs candentes, como en una pasión desbordada. Me imaginaba in the Flesh, justamente con una moledora de carne, moliendo seres humanos…, ¿que era esto?

Another Brick on the Wall, se escuchaba en la radio, no todo lo suficiente para su importancia, como era en ingles, la dictadura no se ocupaba de censurar lo suficiente, una estudiante en práctica en el ramo de ingles, de la cual no recuerdo ni su cara, ni su voz, nos enseñó la canción. Que desparpajo de aquella chica. ¡¡¡No necesitamos educación¡¡¡ no necesitamos control mental¡¡¡.  OOhhh¡, ¿pero que era esto?, vamos a conocer la obra, aquí seguro hay más cosas. Con 12 años, escuchando estas frases, en pleno oscurantismo y escuela militarizada, había algo ahí, que descubrir.

Tuve más discos de Pink Floyd, me parecían extraños, música depresiva  a veces, estridente, experimental, como a Saucerfull of secret, Midley o el mismo Animals, discos de una estética más bien gris y esotérica. Pero The Wall, tenía un brillo amigable, una coherencia estética que se pegaba como los gusanos cerebrales de Oliver Sack. Todo el día podía escuchar el disco, una y otra vez. Mis amigos ya no me visitaban, esta música les parecía muy lenta, para KISS, AC-DC o el incipiente metal y trasher de Accept o Judas Priest. …Vamos, este loco esta pega’o con esa onda hippie. Los cueros y las cadenas estaban haciendo su entrada a escena; las flores y la sicodelia caleidoscópica y lisérgica, comenzaban a dar pasos de salida. En la moto o quemando neumáticos, nunca po’ …con ¿confortably numb? Por favor¡;  ¡na’ que ver¡.  Pero en fin, yo tenía bici solamente y mi equipo tres en uno, que me había regalado mi vieja, con unos parlantes enormes, para pegar la oreja a la marcha de “Esperando a los gusanos”, toda la tarde calurosa de Chillán.

Cuando vi la película de Alan Parker, ya era un crecido adolecente, mechón universitario. La gráfica de Parker y compañía, permitía dar continuum a un guión, que era demasiado coincidente con las imágenes que flotaban en mi cabeza, desde aquellos años en que escuchaba el disco. Los colores, la geometría y la cadencia de los dibujos, con la mezcla de las filmaciones y la perfomance de Geldof como “Pink” fue una sola cosa, fue un golpe a la cátedra imborrable. Solo quería ser Pink, comprarme una guitarra, unas botas, un abrigo y salir a rockear por el mundo. No quería educación ni control. Si bien la Violeta y Victor Jara, me acercaban a la tierra sangrante, de los años pérfidos de la dictadura, Pink Floyd y The Wall, literalmente me permitían volar en los sueños de un adolescente, que hacía suyo el mundo…que conquistaría su destino a cualquier precio. Había tanto por hacer, como cantaba Pappo en Riff en aquellos convulsionados ‘80s.

Con los años, Pink Floyd se disolvió, murió Wright y Syd Barret, la obra musical y el mito, siguió aumentando en oyentes y seguidores. No obstante, el Muro siguió presente, en la realidad y en la mente de la mayoría del planeta, o sea los alienados y concupiscentes humanos que habitan en la moral del desequilibrio, siguieron levantando el muro que aun necesitamos derribar. Vamos a derribar el muro¡¡¡ de la inmanencia, construida en esta forma de ver; que con màs de 500 años,  nos atrapa en un racionalismo, inmoral e inhumano, desnaturalizado y hostil. Hoy màs que nunca, con la Flori, La Violeta, vamos que no necesitamos control¡¡¡.

Since, my friends,
you have revealed your deepest fear.
I sentence you to be exposed before
your peers
Tear down the wall¡¡¡
tear down the wall¡¡¡
tear down the wall¡¡¡

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ELECTROACUSTIK  IN-MEMORIAM  L.A. SPINETTA

El otoño de Santiago parecía más iluminado que de costumbre, las calles brillaban con un tornasol angelical, quizá más por la ansiedad o los fasos de la previa, quizás. Ese día Jueves 11 de abril de 2004, era mi primera cita con el maestro, después de algunos encuentros frustrados en los 90, ahí estábamos esa tarde noche con Dany-Go haciendo la fila en el teatro Teletón.

_Mira loco, vamos a vivir algo que no olvidaremos jamás, la luz del flaco es un foco potente de energía, para la vida y para la música.

Años escuchando, tratando de descubrir los laberintos de la lírica Spineteana, me otorgaban un cierto aire paternalista sobre El Dany mi parthner musical, que había encontrado en Spinetta un solaz de complejidad y amor por la música y la poesía incomparables. ¡¡¡vamos Man, acá estamos¡¡.

Las luces del teatro se apagaron, aun estando en las puertas de vaivén de la entrada, entonces quede ahí, con mi ticket en la mano tratando de atinar donde se ubicaba la Galería (nuestros ticket eran baratos, los más baratos). Oye nena, ¿donde queda esta ubicación, mira…? _oye weón, es por aquí, acá hueón acá,_… este… ya, ya, ya voy…_, por aquí, por aquí esta nuestra ubicación cumpa’_ me decía el Dany. Empezamos a bajar tímidamente por el pasillo hasta la primera fila, no habían asientos por supuesto (el teatro estaba repleto y las entradas más caras igualmente todas vendidas). _Aquí po’ compañero aquí en el piso, ¿como quedamos?, mire el flaco lo tendremos a 3 metros de distancia_. Una distancia que colmaría todas las ansias y tensiones del momento, para  ver y escuchar en vivo al padre musical, al compañero de tertulias melancólicas y noches completas, de estudios de cálculo, química o dibujando planos. Sonaba un telonero que hizo un par de canciones en la guitarra, del cual no tenía mayores referencias, la  fender- strato roja, una acústica Gybson y los teclados de Claudio Cardone, la perfomance musical del Flaco, con una expresión de minimalismo eléctrico, que desbordaba en acordes y sampleos inteligentes en ese último disco “Para los Arboles” aun poco difundido en Chile para el 2004, disco de tributo a la naturaleza y la belleza de vivir cobijado por el amor. Asi, abre este inolvidable concierto, con A su amor allí, primer track de este disco, mezcla de postrock, guiños a la electrónica, baladas rock y la inconfundible lírica y voz del Flaco, que reparte acordes mágicos a la inmensidad de la noche. Hay momentos en la vida que nunca olvidaras, como el nacimiento de mis hijas o el primer beso que di bajo la lluvia, mi primer día de escuela, en fin. Sin Duda Electroacustik, fue uno de ellos y más que todas las horas de cervezas, ensayos o tocatas con vos Daniel, quedó este instante en la vida, este trance musical por la sinuosa y fantasiosa señal de la música de Spinetta y su aura de mago genial, en el pulso estelar de una sonoridad perpetua. …y ya no hay luna/ ni dolor en mi/ y la arboleda/ susurra su canto desigual/ y parece callar/ y sin embargo/ una visión atraviesa mi cuerpo.

Aquella noche quedó incrustada en mi cuerpo, en el cerebro y en las manos, que cada vez que intentan un acorde, encuentran la energía que surge de estas canciones, de las miles que regaló el flaco interpretando para sus “complices” (el Flaco no tiene “Fans”) “Considero que el fanatismo no es musical”; “No seas fanática nena…”.

El concierto terminó con Plegaria para un niño dormido (con su bis de 2 temas más), ese niño que hoy ad-portas de venir a colmar mis días de luz, que duerme cobijado por el manto de estrellas y los pequeños ángeles que iluminan ese mismo amor, que abarca esta canción y todas las demás como “para ir”. Para ir a ese lugar donde te quedaras suspendido en el pulsar de tu guitarra.

Hoy intento revivir ese momento enorme que relato. Aquí las 19 canciones que regalaste aquel día maravilloso.

¡¡¡¡¡HASTA SIEMPRE FLACO YA TE VOLVISTE CANCION¡¡¡¡¡¡¡¡.

1.- A su amor allí  (para los arboles 2003)

2.- Barro Tal vez (Kamikaze 1982)

3.- Un niño nace (lalala 1986)

4.- Alcanfor (tester de Violencia 1988)

5.- Vera (los Ojos 1999)

6.- Lago de forma mía (peluson of milk)

7.- Ekathe (Los Ojos)

8.- Prométeme paraíso (Ilia Kuriaky)

9.- Cardone sólo experimental

10.- Tu cuerpo medio día (para los arboles)

11.- Viaje y epilogo (Bajo Belgrano 1983)

12.- Las cosas tienen movimiento  (Fito Paez  1985)

13.- La montaña (Peluson – Fragmento)

14.- Durazno Sangrado (Invisible 1975)

15.- A Starosta el idiota (Artaud 1973)

 16.-  Sin Abandono (Para los arboles)

17.- Plegaria para un niño dormido (Almendra 1969)

18.- Jazmín (Spinetta y los Socios 1997) 

19.- Pequeño Angel  (Spinetta Páez Lalala). 

(para escuchar sin interferencia poner pausa al mixpod de la derecha).