jueves, noviembre 03, 2011

Las Eyecciones de masa Coronal, el movimiento de la Placas tectónicas y los últimos terremotos. (Haití, Chile Japón)
Con una arrogancia casi sin precedentes los físicos, matemáticos, geofísicos y geólogos tradicionales, rehúyen aceptar las nuevas tendencias de trabajo, en relación a las causas que provocarían el movimiento de las placas tectónicas de la tierra, que en consenso científico, se entienden como las causantes de los movimientos sísmicos, para ser más precisos, las ondas producidas por la liberación de energía provocada por la presión que ejerce una placa sobre otra, donde las presiones y fuerzas interactúan entre ellas, generando movimiento, éste se explicaría sólo por las diferentes fuerzas y presiones, producto de las configuraciones atómicas y el comportamiento de los elementos químicos en las capas interiores a la litósfera y en toda ella, ésta es la capa donde se concentran las placas, determinadas por una discontinuidad de los mantos concéntricos conformando esta parte del cascarón terrestre, la que tiene una profundidad de unos 100 km. Nuevos y muy antiguos conocimientos como son los de Akhenaton por ejemplo se han referido en extenso sobre el tema.
El gran faraón egipcio Amenhotep IV (también conocido como Amenofis IV en la nomenclatura griega) fue un gran estudioso y erudito, cuyo conocimiento de astronomía y de ciencia hermética le llevó a alcanzar un muy alto grado en los círculos de este conocimiento. Tal fue su fascinación por el sol, que adoptó el apodo de Akenatón (el espíritu activo del Sol), llevándole a desterrar todo tipo de creencias y dejando como única verdad irrefutable al Sol como el gran DIOS, al que todo el mundo debía adorar.
Akhenaton el sabio, cuyo pensamiento llegó a profundizar hasta lo increíble, conoció la existencia del magnetismo solar, también el viento solar e incluso su energía, que dijo podía ser transmutada en energía creativa y regenerativa (Ki) que los pueblos orientales conocieron como Chi o el Prana de la cultura india.
Podemos encontrarnos esto en sus himnos y poemas de alabanza al Sol, en las estelas sagradas (grandes piedras grabadas con jeroglíficos) en Tel El Amarna, Akhenaton estaba hablando de la capacidad del Sol para producir los grandes fenómenos cósmicos, para ocasionar terremotos y como creador y protector de la salud de los seres vivos.
Buscando una perspectiva más moderna, podemos ver que muchos de los estudios de este faraón han sido científicamente probados hoy en día. A través de lo relatado por los astrofísicos, sabemos que el Sol tiene una fuerte interacción con el planeta Tierra y la vida que se encuentra en la misma.
Una explicación plausible, señala que la relación entre las tormentas solares y su impacto magnético en el núcleo terrestre formado de hierro ocurre de la siguiente forma: al agitarse por el golpe magnético de los rayos solares, mueve las mareas del magma terrestre, haciendo vibrar las placas tectónicas.

El movimiento de una placa bajo la otra, no es continuo, pues la fricción origina discontinuidades en el desplazamiento. Este esfuerzo se acumula hasta llegar a un nivel mayor que la propia fuerza de fricción entre las placas, lo que produce un deslizamiento súbito que genera las ondas sísmicas o vibraciones del terreno. Son estas ondas (las ondas sísmicas L y P) o vibraciones, las que constituyen el temblor o terremoto.
Los terremotos y las llamaradas solares son fenómenos que implican emisiones enormes y rápidas de energía, caracterizados por una ocurrencia temporal compleja.

Analizando catálogos experimentales disponibles, se observa que los procesos estoclásticos, que son la base de estos fenómenos al parecer diversos, tienen características universales.

Ambos fenómenos exhiben las mismas distribuciones de tamaños, tiempos de inter-ocurrencia y agrupamiento temporal. La universalidad observada sugiere un acercamiento común a la interpretación de ambos fenómenos en términos de un mismo mecanismo físico de conducción.

Las llamaradas solares son explosiones altamente energéticas de las regiones activas del Sol que se manifiestan bajo la forma de flujos de radiación electromagnética, de partículas y flujos de plasma emitidos por fuertes y rizados campos magnéticos.

Recientes estudios han mostrado que las llamaradas solares también afectan al interior del Sol, generando ondas sísmicas similares a terremotos . Los jets de las llamaradas se presentan en las regiones solares activas donde el flujo magnético emerge del interior solar y obra recíprocamente con el campo magnético ambiente. Estas altas emisiones de partículas cargadas y flujos de plasma magnetizado son transferidos al viento solar.

El movimiento de este flujo de plasma que es el viento solar, tiene un carácter caótico e intermitente, y fuerte dependencia de la actividad solar.

Este proceso de transferencia de energía entre el plasma magnetizado y el viento solar, sigue siendo una paradoja compleja, pero a través de las simulaciones emprendidas a tal fin, podemos entender la supersónica y fuerte magnetizada magnetohidrodinámica del viento solar. Una de las características comprensibles de esta magneto-hidrodinámica es su repercusión en las fluctuaciones de la densidad del viento solar provocadas por el plasma magnetizado de las eyecciones solares. Ahora bien veamos que es un tormenta solar y la influencia que esta tendría en el globo terrestre.

Tormenta Solar.

En general se acepta que hay dos categorías fundamentales de acoplamiento entre las partes interiores y exteriores del sistema dinámico viento solar–magnetosfera–ionosfera. Una de ellas incluye estas interacciones de tipo viscoso entre el viento solar y la magnetosfera, que implican una transferencia de momentum tangencial a partir de algún tipo de viscosidad, generada por micro o macro inestabilidades (Axford y Hines, 1961); la otra es la reconexión magnética, propuesta por Dungey en 1961.

Los procesos de tipo viscoso plasmático del viento solar, someten a las placas tectónicas a fuertes compresiones y distensiones en mayor o menor medida dependiendo de la densidad y la temperatura de la magnetosfera, y se transmiten de unas zonas a otras a través del manto, provocando tensiones añadidas a la dinámica de las placas tectónicas disparando procesos sísmicos en las zonas estresadas. Estos efectos sobre la litosfera son de diferente intensidad en función de la posición de la Tierra en la órbita alrededor del Sol.

Al recibir estos bruscos cambios de presión, las capas de la corteza terrestre se comportan como una cama elástica flotando sobre el manto líquido y, al ser nuestro planeta como una pelota, la zona que recibe esta presión añadida se hunde y provoca la elevación de otras placas, por transferencia de energía a través del manto, en un mecanismo flexible. Si alguna de estas zonas sísmicas se encuentra sobreexcitada, este movimiento provocará en un breve plazo un sismo de alta magnitud. Estos procesos de tipo viscoso impulsan flujos de plasma hacia la misma región en capas atmosféricas de baja latitud, que son atravesadas por líneas de campo magnético cerradas.

El mecanismo de “reconexión magnética” mantiene que las líneas del campo magnético interplanetario y el campo magnético terrestre y así forman una única estructura y la configuración topológica de los campos magnéticos crean un estado de intercambio energético conocido como magnetosfera “abierta”.

Este proceso constituye un mecanismo primario de entrada de energía desde el viento solar a la magnetosfera e ionosfera terrestres. La reconexión magnética impulsa flujos de plasma a través de las líneas abiertas del campo en los casquetes polares y los lóbulos magnetosféricos hacia la región de la cola de la magnetósfera.

En ambos procesos los ciclos se completan por la convección dirigida hacia el exterior de la atmósfera en el interior de la magnetosfera , y hace que la Tierra se comporte como un emisor de pulsaciones, –púlsar– y en el que la fotosfera solar actúa como superficie responsiva reflejando estas pulsaciones dando lugar a la creación de nuevas trazas en la fotosfera y recomenzando nuevamente el ciclo actividad solar – ionosfera – magnetosfera – actividad sísmica – magnetosfera – ionosfera – actividad solar.
Por otra parte, como se provoca entonces el movimiento de las placas, mediante lo que se llama Aurora solar.

Aurora solar.

La torsión de las placas tectónicas, obedece claramente a una relación directamente proporcional a la interacción de la magnetósfera, entre otras causas.

El desequilibrio geomagnético, produce corrientes de convección que ionizan la atmósfera provocando cargas de electricidad estática que alteran el comportamiento de las nubes en las capas superiores de la atmosfera.

Simultáneamente, se produce un fenómeno de inversión térmica en las zonas donde la Ionosfera es más densa y desencadena un movimiento de placas tectónicas de intensidad apenas perceptible en el hemisferio Norte, pero notablemente superior en las zonas ecuatoriales y el hemisferio Sur.

El viento solar, la magnetosfera y la ionosfera terrestres forman en su conjunto un sistema dinámico muy complejo, en el que cualquier cambio que se produzca en uno de estos medios, afecta en mayor o menor grado al otro. Esto se debe a que existe un continuo intercambio de energía y momentum a través de diversos mecanismos físicos.

Estos incluyen las interacciones a nivel de campo electromagnético, donde los cambios en la topología de las líneas de campo magnético, condicionan la transferencia energética entre el campo magnético interplanetario y la magnetopausa terrestre; y aquellos fenómenos de carácter fundamentalmente termodinámico, como son los cambios de presión y temperatura inducidos por las variaciones de la presión dinámica del viento solar, conocidas como interacciones de tipo viscoso.
En los ciclos de baja actividad –como el momento presente– nuestro protector natural, que es la heliosfera, está debilitado; más rayos cósmicos entonces son capaces de alcanzar el sistema solar interior y, por supuesto, a la tierra.

Estos rayos están compuestos de partículas subatómicas – principalmente protones y también algunos núcleos pesados – aceleradas a casi la velocidad de la luz por explosiones de supernovas distantes. Los rayos cósmicos causan “lluvias aéreas” de partículas secundarias cuando golpean la atmósfera de la Tierra y afectando a su capa más sensible, haciendo a la ionósfera aún más sensible a la acción directa de las emisiones solares.
Cabe hacer una alusión a estas alturas el notable Nikola Tesla, inventor y fundamental científico en las explicaciones y descubrimientos aplicados de la electricidad.
Nicola Tesla, fue un genio subestimado por la humanidad, los intereses del imperio lo sumieron en el olvido junto con robarle sus fórmulas y sus últimos descubrimientos Tesla, nos enseñó que la Tierra no sólo es un imán capaz de producir magnetismo, esta es capaz de absorber, almacenar e incluso amplificar la energía. Para probar estas afirmaciones, desarrolló una tecnología de bobinas, imanes, dipolos, tripolos, y una multitud de dispositivos complejos que son hoy día la base de todo el sistema de generación, transmisión y procesamiento de la electricidad.
Tesla consiguió transmitir electricidad sin necesidad de cables, realizó numerosos experimentos, uno de los cuales consistía en enviar una gran cantidad de energía a la atmósfera en forma de onda corta, que era recogida por otro aparato instalado en tierra. Cualquier persona, a través de este sistema podía tener suministro eléctrico independientemente del lugar en donde se encuentre, únicamente era necesario un receptor de esa energía eléctrica, no hacen falta los cables para nada.
Los ingenieros electrónicos, conocen la bobina de Tesla, y afirman que la cantidad de energía que sería necesaria liberar a la atmósfera tendría que ser millones de veces superior a la que se recibiría en el hogar. Esto es debido a la impedancia del aire, que es grande, lo que lleva a la disipación y a la pérdida de gran parte de la energía, haciendo el sistema ineficiente; sin embargo, aquellos que dicen esto no saben que Tesla descubrió las propiedades amplificativas existentes entre el manto de la Tierra y la atmósfera. Este conocimiento se mantiene apartado de la gente, se encuentra protegido por las potencias mundiales, lo que Tesla creo como beneficio para la humanidad, un grupo de poderosos desalmados lo ocultaron en el mayor de los secretos, y fue protegido por las potencias del mundo, fue la creación del controvertido proyecto Haarp-EISCAT. Una anécdota sobre tesla es la película “El gran Truko” excelentemente personoificado por D. Bowie, nikola tesla presenta su experimento.

Magnetosfera terrestre.

En los ciclos de baja actividad –como el momento presente– nuestro protector natural, que es la heliosfera, está debilitado; más rayos cósmicos entonces son capaces de alcanzar el sistema solar interior y, por supuesto, a la tierra.

Estos rayos están compuestos de partículas subatómicas – principalmente protones y también algunos núcleos pesados – aceleradas a casi la velocidad de la luz por explosiones de supernovas distantes. Los rayos cósmicos causan “lluvias aéreas” de partículas secundarias cuando golpean la atmósfera de la Tierra y afectando a su capa más sensible, haciendo a la ionósfera aún más sensible a la acción directa de las emisiones solares.
Pero, ¿de qué nos sirve tener suficientes evidencias de esta fuerte relación entre la actividad solar y el sistema geológico terrestre?. ¿Podemos evitar los sismos?

Hasta ahora no se conoce desde la ciencia ortodoxa la forma de evitar los movimientos sísmicos. Así, por ejemplo, la geóloga María José Jurado es tajante: “Eso es imposible; sería ridículo pretenderlo. La Tierra tiembla todos los días. Esa es su dinámica normal, y lo único que tenemos que hacer es entenderla, prepararnos y protegernos”.
Como verán es imposible evitar los terremotos, sismos o los posibles cataclismos, el universo, nuestro planeta y su comportamiento es más bien caótico, por lo que en cualquier momento estaríamos sujetos a un evento de grandes magnitudes. En efecto en la globalidad, no es posible establecer fehacientemente los motivos por los cuales ocurren los terremotos, o si estamos cercanos a un ciclo tan significativo que podría provocar un cambio dramático en nuestra existencia. Sin embargo, hay estudios e información que relaciona las ECM (Eyecciones de masa coronal), los ciclos cada 11 años, y lo picos de las mismas, el ciclo 24 que sería en el que nos encontramos se produciría entre 2011 y 2013, nunca se sabe hasta donde podrían llegar.
Los invito a informarse, las profecías Mayas tienen muchas variantes de interpretación, pero no deberíamos subestimar sus planteamientos, aunque si filtrar la interpretación.
Acá dejo algunos link interesantes,  usted coloque su filtro.

Este documental también tiene planteamientos interesantes.