sábado, marzo 31, 2012

El mechoneo universitario... un fenómeno para reflexionar.


Novatadas, se le denomina a los rituales de inicio en las Universidades del mundo, “mechoneo” es el término acuñado en Chile; data de los años 40’, cuando en sus inicios, estas “bienvenidas” eran inocentes bromas, con gracia y afecto por el cambio de rol, algo así como una despedida de soltero(a). A través del tiempo, fue instalándose el ritual y actualmente todas las instituciones de educación superior_ que en nuestro país superan las 150_ lo practican. He buscado alguna reflexión intelectual, del tipo psicosocial sobre este fenómeno y al parecer no es digno de análisis, pues parece estar tan legitimado y encarnado en las aulas, plazas y avenidas de nuestras ciudades, que ya no es algo extraordinario. Ni la muerte de estudiantes en Concepción, Valparaiso o las graves intoxicaciones sufridas por mechones por consumir alcohol en cantidades abismantes, ha logrado controlar esta absurda actividad, que denota claramente una subvaloración de la especie y una desatada paranoica y maniaca intención por denostar y humillar al inofensivo, por parte de los ejecutores y, una actitud de sometimiento incomprensible, por parte de los iniciados. Para que voy a contar las imbecilidades que me tocó vivir en la actual Facultad de Ingeniería de la UACH y cuanto me opuse en diversos sentidos a las “bienvenidas”, cargadas de humillación y bestialidad. No es necesario alardear, con una análisis cognitivo-fenomenológico o psicoanalítico Freudiano, sobre las características y consecuencias sicosociales que pueda resultar este fenómeno; basta ver las caras de algunas chicas adolecentes tiritando en las avenidas de Pto Montt; cuando ya hace frío en los comienzos de este otoño en el sur, o algunos de los comentarios de las mechonas, como el de Belen, encontrado en su Blog:
“A mi parecer el mechoneo es una cosa absurda y cruel, no sería mejor que nos den una grandiosa bienvenida y que te abracen y te digan que entienden que es un gran cambio? pero que no es nada del otro mundo y que todos pasan por lo mismo... a  mi me gustaría que fuera algo entretenido como que fuese una guerra de agua y nada más y que todos participaran o por ultimo que nos enviaran a un lugar como un orfanato o un hogar de ancianos para ayudar, no para derrochar dinero rompiendo la ropa que a algunos les cuesta comprar... Quizás sea un poco exagerado pero a mi me gusta pensar en el resto y no todos tienes el dinero suficiente como para comprar una polera o unos jeans.  En conclusión,  me carga el mechoneo pero lo tendré que vivir igual y sé que hay muchos que piensan igual que yo”
O esta otra chica de la UC de Valparaiso, firmando como le fem Nikita:
…tenia 17 años , recuerdo que lo hicieron a escondidas porque en ese tiempo el rector había prohibido esas prácticas, igual po se aprovecharon , nunca se me va a olvidar que tuve que botar toda mi ropa preciosa porque el olor era atroz , el pelo ese día me lo lave mínimo 5 veces y sentía ese olor como por semanas , me eche en el pelo quix y omo y gasta un litro de shampoo , mi madre me lavo el pelo y yo lloraba lloraba y lloraba ...Lejos la peor experiencia de mi vida ...la plata que juntaron los mechones se utilizo pa un carrete y seria.... El año siguiente cuando me ofrecieron participar del mechoneo no lo hice, simplemente porque no comparto eso de andar denigrando a la gente.

Ahora bien, ¿que cren ustedes que habrá tras la práctica del mechoneo?, al menos en Chile, aunque podría extrapolarse a otros lugares, pero si en España hay académicos que han comparado estas acciones con Guantanamo o las peores cárceles, no es por magnificar creo. Hace unos años en Agronomía en la UACH, se tiró ácido a una estudiante dejándola gravemente herida. Hoy  nos sentimos terriblemente indignados por el brutal ataque de un grupo de descerebrados que asesinaron a Daniel Zamudio, por robarle, por homofobia o que se yo, que importan los motivos, si él ya no está con los que lo quieren, lo vieron crecer y esperaban seguir celebrando un cumpleaños o abrir los regalos en la Navidad. La tortura es una práctica soterrada en la mente humana que despierta, no tan sólo por una condición estrictamente genética; debemos saber que experiencia y genes, están intrínsecamente fusionados en el desarrollo de la mentalidad y el carácter de una persona. Debe haber un gran error dice Mollo en su canción, esa que yo digo que debería ser un epitafio. Como descubrir dónde está?, ¿donde se empezó a incubar? ¿cuáles son sus síntomas?. Yo creo que las décadas de oscurantismo y bestialidad de la intolerancia y fijación con una forma de ver, con ese racionalismo dualista que nos atormenta por siglos, nos tiene en shock, como dice la estudiante de la UC de Valparaiso…no sería mejor que nos den una grandiosa bienvenida y que te abracen y te digan que entienden que es un gran cambio pero que no es nada del otro mundo?  ¿Que nos está diciendo Belén? sin haber leído probablemente nunca a Lacan, W. Reich o Morris Bermann. Que el maniaco, paranoico, que acepta sin titubear ni cuestionar el racionalismo dualista del bueno-malo; blanco-negro, no entenderá nunca que estas prácticas, están inscritas en la historia del desarrollo síquico, de tal forma que el ser humano vaya evolucionando hacia una distorsión radical, que sub yace en desequilibrio absoluto con su entorno. Que ha convertido las afirmaciones en verdades absolutas, y sus visiones de la realidad, distan de toda epistemología razonable. Que hay círculos de poder que han desarrollado una  ontología de lo trascendente, en forma acérrima, para justificar los más variados absolutismos.
No estoy de acuerdo con ningún tipo de vejación, humillación, ni menos tortura. Me parece que es el reflejo de una sociedad enferma, que coletea con los resabios de una dictadura horrorosa y bestial, donde los torturadores legitimados por un régimen barbárico, trabajaban en turnos de 8 hrs,  haciendo el trabajo sucio y mellando el alma del país convirtiéndola en un pecado mortal, estas denigraciones muy parecidas al ensañamiento con Daniel Zamudio, a veces  explican lo parecido en algunas conductas del mechoneo, ese “pequeño ceneta” que todos llevamos dentro aparece todos los meses de marzo en nuestras calles.
Con las nuevas luces que ha dado el movimiento estudiantil, espero francamente que podamos revertir este fenómeno aberrante y perturbador en la vida de un adolecente. Espero francamente, que la  recomposición del tejido social, nos permita respetarnos y acogernos y entender que un abrazo y un palmotazo, es la bienvenida acogedora, la que corresponde, la que nos hace humanos y nos ubica en un contexto de nobleza con lo natural y la armonía de vivir un cambio, con amor y entretenimiento sano y equilibrado.