Ahí estaban con sus aparatos
conectados en la pieza oscura
mas rápido corren la yemas
sin descanso en el maleficio de lo obvio
y sus miradas se encuentran en el paseo,
enmascaradas.
Ahí vienen y van las ánimas
los espíritus sin cuerpo,
brotando en la anti-natura,
en la desesperanza como un rito
que tarde a tarde rueda a casa
aquella casa que no espera, que no acoge sus huesos
sin comida ni calor o bebida.
Todo es pantalla, luz artificial y touch
touch me baby
soy la pantalla de tus sueños
de tu eterno sueño
que dormirás
hasta que desconectes tus pulgares del infierno.
Digo que quiero decir, pero no digo,
pues de hablarte tanto quedo en silencio,
pasivamente observo tu acelerada derrota
en aquel palacio del vacío
de aquel vacío que habló una lagmien de agua,
el mismo que esquiva tu atención,
mientras Oscar Han recuerda con pasión
compasión
como reina de la ausencia
repito una vez más, de tu ausencia
en el lago obsceno de la obvie dad
te copa la ausencia.
Mala amiga de los fenómenos
la incansable presencia de los fenómenos.
con su jeans de marca
y sus zapatillas que marca
que lo enmarca y lo absorbe en sorbos de ignorancia,
inexistencia del sentido que lo nubla.
Dos pasos adelante, cinco hacia atrás,
la cabeza cubierta de sombras
culto a la ignominia fatua del fascismo
que no entiende, no conoce
su idea es no tener idea
no reconocer la señal, más que en su red
única red solipsista de inconfesos sentidos
y se delata, se entrega finalmente a la verborrea
al incauto relativismo de su auto-referencia.
Y vienen de nuevo las imágenes
de pies a cabeza retratadas
en su máxima expresión, en su máxima función
hasta el fin de los tiempos
hasta el fin del finísimo finito del fin
su fin que al fin es un en fin…
Pero no justificar es aparecer
después de las tardes, no tarda en aparecer
vuelvo a ver en esa frialdad el litio contraído
como virus prisionero de tu flácida pasión
esa estúpida pasión de no querer respirar.
de no querer acordar,
recordar el amar que ya se olvida
en este su mundo touch.
