lunes, febrero 27, 2012

TEAR DOWN THE WALL ...DERRIBEMOS EL MURO

Me prestaron el disco, 2 long play de paquete, fue un regalo impensado, pues quien me lo pasó, nunca tuvo idea de lo que era, lo escuché tanto tiempo que llegó a ser mío. Desde aquel tiempo, ya tenía un amor incondicional y melómano por los vinilos, me entretenía con la gráfica y el diseño de las caratulas, tardes enteras. Con tan pocos años y en escuelas de nulidad bilingüe, mi ingles era más que paupérrimo, sin internet, pero con las letras en el disco, traducía a trocitos, como flash-back las frases de Waters, aquellas palabras con esa música tan lúgubre y estilizada armonía, me producían una especie de trance, golpeándome con coros y riffs candentes, como en una pasión desbordada. Me imaginaba in the Flesh, justamente con una moledora de carne, moliendo seres humanos…, ¿que era esto?
Another Brick on the Wall, se escuchaba en la radio, no todo lo suficiente para su importancia, como era en ingles, la dictadura no se ocupaba de censurar lo suficiente, una estudiante en práctica en el ramo de ingles, de la cual no recuerdo ni su cara, ni su voz, nos enseñó la canción. Que desparpajo de aquella chica. ¡¡¡No necesitamos educación¡¡¡ no necesitamos control mental¡¡¡.  OOhhh¡, ¿pero que era esto?, vamos a conocer la obra, aquí seguro hay más cosas. Con 12 años, escuchando estas frases, en pleno oscurantismo y escuela militarizada, había algo ahí, que descubrir.
Tuve más discos de Pink Floyd, me parecían extraños, música depresiva  a veces, estridente, experimental, como a Saucerfull of secret, Midley o el mismo Animals, discos de una estética más bien gris y esotérica. Pero The Wall, tenía un brillo amigable, una coherencia estética que se pegaba como los gusanos cerebrales de Oliver Sack. Todo el día podía escuchar el disco, una y otra vez. Mis amigos ya no me visitaban, esta música les parecía muy lenta, para KISS, AC-DC o el incipiente metal y trasher de Accept o Judas Priest. …Vamos, este loco esta pega’o con esa onda hippie. Los cueros y las cadenas estaban haciendo su entrada a escena; las flores y la sicodelia caleidoscópica y lisérgica, comenzaban a dar pasos de salida. En la moto o quemando neumáticos, nunca po’ …con ¿confortably numb? Por favor¡;  ¡na’ que ver¡.  Pero en fin, yo tenía bici solamente y mi equipo tres en uno, que me había regalado mi vieja, con unos parlantes enormes, para pegar la oreja a la marcha de “Esperando a los gusanos”, toda la tarde calurosa de Chillán.
Cuando vi la película de Alan Parker, ya era un crecido adolecente, mechón universitario. La gráfica de Parker y compañía, permitía dar continuum a un guión, que era demasiado coincidente con las imágenes que flotaban en mi cabeza, desde aquellos años en que escuchaba el disco. Los colores, la geometría y la cadencia de los dibujos, con la mezcla de las filmaciones y la perfomance de Geldof como “Pink” fue una sola cosa, fue un golpe a la cátedra imborrable. Solo quería ser Pink, comprarme una guitarra, unas botas, un abrigo y salir a rockear por el mundo. No quería educación ni control. Si bien la Violeta y Victor Jara, me acercaban a la tierra sangrante, de los años pérfidos de la dictadura, Pink Floyd y The Wall, literalmente me permitían volar en los sueños de un adolescente, que hacía suyo el mundo…que conquistaría su destino a cualquier precio. Había tanto por hacer, como cantaba Pappo en Riff en aquellos convulsionados ‘80s.
Con los años, Pink Floyd se disolvió, murió Wright y Syd Barret, la obra musical y el mito, siguió aumentando en oyentes y seguidores. No obstante, el Muro siguió presente, en la realidad y en la mente de la mayoría del planeta, o sea los alienados y concupiscentes humanos que habitan en la moral del desequilibrio, siguieron levantando el muro que aun necesitamos derribar. Vamos a derribar el muro¡¡¡ de la inmanencia, construida en esta forma de ver; que con màs de 500 años,  nos atrapa en un racionalismo, inmoral e inhumano, desnaturalizado y hostil. Hoy màs que nunca, con la Flori, La Violeta, vamos que no necesitamos control¡¡¡.

Since, my friends,
you have revealed your deepest fear.
I sentence you to be exposed before
your peers
Tear down the wall¡¡¡
tear down the wall¡¡¡
tear down the wall¡¡¡


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