Concordar
en un análisis del Chile actual, es un desafío no poco sencillo, pero por mucho
interesante, pues las herramientas del conocimiento humano, deben ser
convergentes con la vida en sociedad, sus avances, desarrollo, evolución o
involución. Lo primero sería convenir cual es el enfoque, desde donde observamos
y como desde ese lugar, catalogamos, elegimos los factores y elementos de
análisis. ¿Desde un dominio científico, artístico, esotérico?, mi impresión es
que un buen dominio para encontrar algunas señales o luces que nos guíen hacia una
interpretación adecuada, y por tanto mejor comprensión de lo analizado, es
desde el dominio de la complejidad y el post-racionalismo, dos lecturas que
pasan revista a los avances del cognitivismo como herramienta intelectual para
desembocar en una mejor comprensión, y con ellos la posibilidad de
utilizar de forma mas simple, instrumentos clásicos, como serìan la dialéctica, sus categorías y características, que agregado a la multilateralidad de
los análisis, la integración del fenómeno observado y el observador, la
implementación de categorías múltiples y la transversalidad de las disciplinas, constituyan un todo para explicar la realidad, desde una óptica que rompa con el racionalismo
dualista al que nos ha obligado el poder, cooptando el conocimiento y
escondiendo _guerra mediante_ los naturales deseos de la humanidad de vivir en
armonía, equilibrio, tolerancia, valores que deberían propender a una sociedad
con mejor salud mental.
Es
así como, la ciencia actual permite internarse en nuestra realidad de una forma quizá no tan pasional, pero no por ello menos exhaustiva. Asi podemos entender que el
pragmatismo y la práctica de la filosofía del ideal dualista, hoy se extiende
hacia otras posibilidades, hacía la superación de los dogmas que encierran al
individuo en una realidad objetiva, separándole de la realidad exterior,
explicando que es ella y sólo ella la que existe independiente de su ser, su
existencia, su consistencia.
Con
el pecado y la vergüenza intelectual de abordar temas de la estructuralidad
humana en sociedad y sus implicancias, mucho mejor tratadas desde dominios como
la antropología, la historia, la sociología o la misma psicología de masas, es
posible encontrar coherencias en el ámbito de la complejidad para digerir los acontecimientos
actuales, considerando este llamado
nuevo orden mundial, su influencia en la actual realidad chilena y el cotidiano que vivimos a
diario en nuestros quehaceres, actuando decididamente en la realidad local,
que derrama acción y pasión por los cambios, denotando o verificando, los ciclos
de los movimientos de masas.
Claramente,
si en un momento de la historia fue la guerra fría que se instaló en este
terruño como un invitado de piedra, hoy es el nuevo orden mundial, la
globalización de los mercados que convierte la vida en sociedad y al ciudadano,
en el conejillo de indias, experimento de las más perversas ideas fraguadas en
mentes con marcadas sicopatìas, permeando la comunidad y generando enfermedades tan terribles
como la anomia. Enfermedad definida por el sociólogo Durkheim como, la falta de
normas o incapacidad de la estructura social para orientar, el comportamiento
de los individuos y lograr las metas de la sociedad.
Al
respecto el siquiatra chileno, especialista en neurociencias Rodrigo Paz dice: “No
hay justicia para los poderosos, porque para el pobre la justicia le cae con
brutalidad. Todo eso va generando un fenómeno que se llama anomia, que es la
pérdida de la confianza en que existe un colectivo”. Y agrega:
“Los
seres humanos somos animales sociales, somos primates sociales, somos
colectivo. Nuestra identidad se forma en la interacción con los otros.
Entonces, ¿qué pasa cuando se disuelven los vínculos sociales y se pierde la
confianza en que el colectivo es portador de una norma, de un sentido, de una
cultura? Surgen estas tribus urbanas, surgen las sectas, los movimientos
religiosos fundamentalistas, porque el ser humano necesita del colectivo. Se
produce este fenómeno de aislamiento, de insensibilización donde al final vamos
transformándonos en un país de zombies, que viven en la rutina. Se produce una
anomia, una pérdida de la conexión con la moral, lo social, lo valórico.
Entonces, hoy día pasan cosas aberrantes en Chile y la gente sigue su camino
como un verdadero zombie, y el que logra conectarse con la realidad se deprime
y se angustia. Tenemos un país dividido entre los anómicos, insensibilizados,
zombificados y los que logran conectarse con esta situación”.
De
esta manera, asistimos actualmente al epilogo de un país desgarrado, en la voz
de Armando Uribe, somos un país al cual se le destruyó su institucionalidad, pues
hay que tener claro que el golpe militar no fue en contra de Salvador Allende,
la unidad Popular o el socialismo, sino más
bien en contra de una institucionalidad que posibilitaba que un proyecto como
el de la Unidad Popular se pudiera instalar en un país como Chile. Ese es el
meollo del problema y el conflicto, como destrozar la institucionalidad y
construir una nueva, mediante una constitución y un estado que proteja los
intereses del capital, sin dar el más mínimo lugar a la expresión del poder
popular.
Ahora
bien, se preguntaran como se relaciona esto con el nuevo orden mundial, pues
juzgue Usted mismo las palabras que expresara David Rockefeller, uno de los
hombres más poderosos, por no decir el más poderoso del planeta: “De lo
que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional, que se ha
practicado durante siglos en el pasado, por la soberanía de una elite de
técnicos y de financieros mundiales”.
O
estas otras del polaco Zbigniew Brzezinski, casado con una sobrina del que
fuera Presidente de la República Checoslovaca Eduard Benes, fue reclutado por
Rockefeller en 1971. Llegó a ser Consejero de Seguridad Nacional del gobierno
de los Estados Unidos durante la Administración Carter, pero ya con
anterioridad había sido nombrado director de la Comisión Trilateral, a la que
él mismo definió como “el conjunto de
potencias financieras e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca”
y agrega: “la sociedad será dominada por
una elite de personas libres de valores tradicionales que no dudarán en
realizar sus objetivos mediante técnicas depuradas con las que influirán en el
comportamiento del pueblo y controlarán con todo detalle a la sociedad, hasta
el punto que llegará a ser posible ejercer una vigilancia casi permanente sobre
cada uno de los ciudadanos del planeta”. En otro momento dijo: “esta elite buscará todos los medios para
lograr sus fines políticos tales como las nuevas técnicas para influenciar el
comportamiento de las masas, así como para lograr el control y la sumisión de
la sociedad”.
Obviamente,
estamos en medio del fuego cruzado de las potencias y la furia de estos
adefesios de la ideología del mal. Aquí algún esotérico podría opinar y
configurar acciones de canalización, sanación, etc. para reconducir el proceso
hacia una dirección de mayor equilibrio. Bajo estas condiciones una clase
básica de marxismo indica que el capitalismo se reconfigura, se reinventa para
generar nuevos fenómenos y no claudicar en su intento de dominar el mundo,
mediante su ideología del aumento indiscriminado de la propiedad de los medios,
su plusvalía y usufructo del capital a partir de la explotación del hombre que
vende su único bien, que es la fuerza de trabajo. De esta forma también el
materialismo històrico enfrenta esta espiral de ciclos, señalando que la
historia hará lo suyo y que el fin de estos ciclos terminarà en la sociedad
comunitaria. Ahora bien, mientras eso ocurre ¿que hacemos?..., la teoría
marxista puede ser coherente en si misma, pero como todo pensamiento filosófico
o sociológico político, tiene sus variantes y validas interpretaciones, por lo
que en esa re-lectura cabe perfectamente y sin lugar a dudas nuevos
descubrimientos y aportes de la misma filosofía, que permiten re-configurar el
cuadro y plantearse una sociedad en concordancia con ese conocimiento y
desarrollo de hombres y mujeres, una sociedad más equilibrada y ad-hoc a la
naturaleza humana, naturaleza que si bien habrá que consensuar en donde se encuentra
realmente, bajo que condiciones. Aunque estimo que la mayoría concuerda que una
respuesta al unisono para reflexionar, actuar y hacerse cargo de la solución, está
en el amor, en la salud, en la sanidad mental, es decir aquellas coordinaciones
de acciones humanas (como diría H. Maturana) que permiten al individuo
reconocerse en otro mediante la tolerancia y principalmente, la validación de
esas coordinaciones.
Este
sentimiento, el amor, creo que es el verdadero salvador de la vida humana y su
emplazamiento social, es con esta herramienta que se debe enfrentar cualquier
desafío, y el desafío francamente mayor, es confrontar al poder imperial con el
cual el hombre ha tenido que lidiar en todas las etapas de la historia, que es
su propia realidad, aquella que lo afecta y lo coloca en la crisis. Sin duda se
necesita de lo mejor de la humanidad que cada uno llevamos para vencer, para
obtener beneficios y salvar la vida, para convencer a nuestros aliados _o sea todos
los humanos salvables_ de que hay que sanarse, que hay que recurrir al amor por
el prójimo, por la vida, por la tierra y el universo para zanjar esta gran
disyuntiva, ser cordero o héroe de su destino.
Pues
bien, yo declaro por lo que soy, he sido, por mi historia y el privilegio de
estar aquí, que jamás abandonaré la lucha eterna con la realidad y que, esa
obligación moral y ética con el ser, me lleva a comunicarte que no te
desanimes, no te rindas. Podemos convivir en el amor y la armonía, si tomamos
conciencia. Con el arte, con la política, con el conocimiento y
fundamentalmente con el amor, salvaremos el planeta y por supuesto nuestra vida
en comunidad, en nuestras pequeñas, pero hermosas comunidades.
Se
ha destruido la dignidad humana fundamental, aquella que permite darse cuenta,
aquella que permite a un ser humano hacer un análisis concienzudo. El pueblo
chileno esta ciego y los ojos se los arrancó la dictadura, no exactamente la
metralleta, sino Friedman, la escuela de Chicago, la escuela de las Américas y
las familias poderosas, los poderes fácticos, que impiden hasta hoy, que un
profesor o cualquiera por temor a perder la pega, hablen de la historia y
enseñen la historia real, aquella del despojo y el abuso, los DDHH, porque la
"empresa" de educación u otra donde trabaja, pertenece a aquellos que
robaron, descaradamente esos recursos y empresas al país y hoy explotan de
distintas formas el fruto de ese acto delincuencial, con FFAA y Policía (sin
conciencia e información) que los protegen. Quitar la capacidad de análisis del
pueblo es el mayor triunfo del capitalismo en Chile, reconstruir eso es la
labor más difícil para los hombres y mujeres que tienen conciencia y buscan
destruir la explotación del hombre por el hombre.
Se
ha desprovisto a la sociedad chilena del espíritu crítico, nos convirtieron en
un país apócrifo, ignorante, enfermo finalmente. Eso es lo que ellos comandaron
y construyeron, algunos con total conciencia y con el más macabro de los
objetivos, otros callando, otros siendo "cómplices activos o pasivos" y otros
lisa y llanamente siendo el cordero llevado al matadero con pastillas,
televisión, fútbol y farándula. Asì se ha construido el país de los jaguares,
aunque se parece más al país de la hienas, utilizando la jerga
animal, aquella que no trepida en abordar a su presa con artimañas amistosas o
roba descaradamente la comida. Hay algunos que dicen que esto no tiene
solución, salvo que los dueños del fundo quieran soltar una pocas migajas, que
otros con cierta ingenuidad y/o acomodo intentan recoger. Somos unos pocos que
creemos que si se pudo en Ecuador, en Bolivia, en Venezuela porque no podríamos
hacerlo nosotros, si finalmente América Latina es un país grande donde la
problemática de vida tiene importantes similitudes. La labor entonces es
trabajar, luchar, pero fundamentalmente tomar conciencia para sacudirse la
modorra mental en que nos han sumido, actuar desde donde estés, desde cualquier
plataforma, desde la mesa del comedor almorzando con la familia, hasta las
plataformas digitales, la conversación amistosa, todo suma, cambia lo que lees
si lo haces, si no, empieza a leer y aprende, opina con conocimiento, no compres los diarios de quienes
te venden mentiras. Todo suma, edúcate en la población, en la escuela, en el
internet no utilices sus buscadores, aprende a leer entre líneas todo lo que
intentan venderte. En las elecciones no les votes, como dice una canción del
Tata Barahona, no le entregues el poder, esa es nuestra gran tarea, para eso
estamos acá ciudadanos, para darle una continuidad a la especie, pero en forma
sana, feliz, basada fundamentalmente en el amor a si mismo, el prójimo y el
entorno. Usa tus herramientas, el espíritu y los talentos, si eres creyente
busca lo mejor de ellas, cualquier cosa hecha por el hombre es perfectible,
ayúdate también de la religión si quieres, entendiendo que Dios, no te quiere
alienado, te quiere comprometido con tus hermanos y su entorno, si eres ateo
busca al Dios interior que llevas dentro, esa fuerza natural que todo lo puede.
Somos más que ellos y podemos cambiar el mundo, lo único que puede impedirlo es
la voluntad y esa, es nuestra responsabilidad, hacer que se manifieste en cada
uno de nosotros y reconstruir nuestro mundo.
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