martes, octubre 08, 2013

Reflexiones a pocas semanas de un nuevo proceso eleccionario en Chile.

Concordar en un análisis del Chile actual, es un desafío no poco sencillo, pero por mucho interesante, pues las herramientas del conocimiento humano, deben ser convergentes con la vida en sociedad, sus avances, desarrollo, evolución o involución. Lo primero sería convenir cual es el enfoque, desde donde observamos y como desde ese lugar, catalogamos, elegimos los factores y elementos de análisis. ¿Desde un dominio científico, artístico, esotérico?, mi impresión es que un buen dominio para encontrar algunas señales o luces que nos guíen hacia una interpretación adecuada, y por tanto mejor comprensión de lo analizado, es desde el dominio de la complejidad y el post-racionalismo, dos lecturas que pasan revista a los avances del cognitivismo como herramienta intelectual para desembocar en una mejor comprensión, y con ellos la posibilidad de utilizar de forma mas simple, instrumentos  clásicos, como serìan la dialéctica, sus categorías y características, que agregado a la multilateralidad de los análisis, la integración del fenómeno observado y el observador, la implementación de categorías múltiples y la transversalidad de las disciplinas, constituyan un todo para explicar la realidad, desde una óptica que rompa con el racionalismo dualista al que nos ha obligado el poder, cooptando el conocimiento y escondiendo _guerra mediante_ los naturales deseos de la humanidad de vivir en armonía, equilibrio, tolerancia, valores que deberían propender a una sociedad con mejor salud mental.
Es así como, la ciencia actual permite internarse en nuestra realidad de una forma quizá no tan pasional, pero no por ello menos exhaustiva. Asi podemos entender que el pragmatismo y la práctica de la filosofía del ideal dualista, hoy se extiende hacia otras posibilidades, hacía la superación de los dogmas que encierran al individuo en una realidad objetiva, separándole de la realidad exterior, explicando que es ella y sólo ella la que existe independiente de su ser, su existencia, su consistencia.
Con el pecado y la vergüenza intelectual de abordar temas de la estructuralidad humana en sociedad y sus implicancias, mucho mejor tratadas desde dominios como la antropología, la historia, la sociología o la misma psicología de masas, es posible encontrar coherencias en el ámbito de la complejidad para digerir los acontecimientos actuales, considerando este  llamado nuevo orden mundial, su influencia en la actual  realidad chilena y el cotidiano que vivimos a diario en nuestros quehaceres, actuando decididamente en la realidad local, que derrama acción y pasión por los cambios, denotando o verificando, los ciclos de los movimientos de masas.
Claramente, si en un momento de la historia fue la guerra fría que se instaló en este terruño como un invitado de piedra, hoy es el nuevo orden mundial, la globalización de los mercados que convierte la vida en sociedad y al ciudadano, en el conejillo de indias, experimento de las más perversas ideas fraguadas en mentes con marcadas sicopatìas, permeando  la comunidad y generando enfermedades tan terribles como la anomia. Enfermedad definida por el sociólogo Durkheim como, la falta de normas o incapacidad de la estructura social para orientar, el comportamiento de los individuos y lograr las metas de la sociedad.
Al respecto el siquiatra chileno, especialista en neurociencias Rodrigo Paz dice: “No hay justicia para los poderosos, porque para el pobre la justicia le cae con brutalidad. Todo eso va generando un fenómeno que se llama anomia, que es la pérdida de la confianza en que existe un colectivo”. Y agrega:
“Los seres humanos somos animales sociales, somos primates sociales, somos colectivo. Nuestra identidad se forma en la interacción con los otros. Entonces, ¿qué pasa cuando se disuelven los vínculos sociales y se pierde la confianza en que el colectivo es portador de una norma, de un sentido, de una cultura? Surgen estas tribus urbanas, surgen las sectas, los movimientos religiosos fundamentalistas, porque el ser humano necesita del colectivo. Se produce este fenómeno de aislamiento, de insensibilización donde al final vamos transformándonos en un país de zombies, que viven en la rutina. Se produce una anomia, una pérdida de la conexión con la moral, lo social, lo valórico. Entonces, hoy día pasan cosas aberrantes en Chile y la gente sigue su camino como un verdadero zombie, y el que logra conectarse con la realidad se deprime y se angustia. Tenemos un país dividido entre los anómicos, insensibilizados, zombificados y los que logran conectarse con esta situación”.
De esta manera, asistimos actualmente al epilogo de un país desgarrado, en la voz de Armando Uribe, somos un país al cual se le destruyó su institucionalidad, pues hay que tener claro que el golpe militar no fue en contra de Salvador Allende, la unidad Popular o el  socialismo, sino más bien en contra de una institucionalidad que posibilitaba que un proyecto como el de la Unidad Popular se pudiera instalar en un país como Chile. Ese es el meollo del problema y el conflicto, como destrozar la institucionalidad y construir una nueva, mediante una constitución y un estado que proteja los intereses del capital, sin dar el más mínimo lugar a la expresión del poder popular.
Ahora bien, se preguntaran como se relaciona esto con el nuevo orden mundial, pues juzgue Usted mismo las palabras que expresara David Rockefeller, uno de los hombres más poderosos, por no decir el más poderoso del planeta:  “De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional, que se ha practicado durante siglos en el pasado, por la soberanía de una elite de técnicos y de financieros mundiales”.
O estas otras del polaco Zbigniew Brzezinski, casado con una sobrina del que fuera Presidente de la República Checoslovaca Eduard Benes, fue reclutado por Rockefeller en 1971. Llegó a ser Consejero de Seguridad Nacional del gobierno de los Estados Unidos durante la Administración Carter, pero ya con anterioridad había sido nombrado director de la Comisión Trilateral, a la que él mismo definió como “el conjunto de potencias financieras e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca” y agrega: “la sociedad será dominada por una elite de personas libres de valores tradicionales que no dudarán en realizar sus objetivos mediante técnicas depuradas con las que influirán en el comportamiento del pueblo y controlarán con todo detalle a la sociedad, hasta el punto que llegará a ser posible ejercer una vigilancia casi permanente sobre cada uno de los ciudadanos del planeta”. En otro momento dijo: “esta elite buscará todos los medios para lograr sus fines políticos tales como las nuevas técnicas para influenciar el comportamiento de las masas, así como para lograr el control y la sumisión de la sociedad”.
Obviamente, estamos en medio del fuego cruzado de las potencias y la furia de estos adefesios de la ideología del mal. Aquí algún esotérico podría opinar y configurar acciones de canalización, sanación, etc. para reconducir el proceso hacia una dirección de mayor equilibrio. Bajo estas condiciones una clase básica de marxismo indica que el capitalismo se reconfigura, se reinventa para generar nuevos fenómenos y no claudicar en su intento de dominar el mundo, mediante su ideología del aumento indiscriminado de la propiedad de los medios, su plusvalía y usufructo del capital a partir de la explotación del hombre que vende su único bien, que es la fuerza de trabajo. De esta forma también el materialismo històrico enfrenta esta espiral de ciclos, señalando que la historia hará lo suyo y que el fin de estos ciclos terminarà en la sociedad comunitaria. Ahora bien, mientras eso ocurre ¿que hacemos?..., la teoría marxista puede ser coherente en si misma, pero como todo pensamiento filosófico o sociológico político, tiene sus variantes y validas interpretaciones, por lo que en esa re-lectura cabe perfectamente y sin lugar a dudas nuevos descubrimientos y aportes de la misma filosofía, que permiten re-configurar el cuadro y plantearse una sociedad en concordancia con ese conocimiento y desarrollo de hombres y mujeres, una sociedad más equilibrada y ad-hoc a la naturaleza humana, naturaleza que si bien habrá que consensuar en donde se encuentra realmente, bajo que condiciones. Aunque estimo que la mayoría concuerda que una respuesta al unisono para reflexionar, actuar y hacerse cargo de la solución, está en el amor, en la salud, en la sanidad mental, es decir aquellas coordinaciones de acciones humanas (como diría H. Maturana) que permiten al individuo reconocerse en otro mediante la tolerancia y principalmente, la validación de esas coordinaciones.
Este sentimiento, el amor, creo que es el verdadero salvador de la vida humana y su emplazamiento social, es con esta herramienta que se debe enfrentar cualquier desafío, y el desafío francamente mayor, es confrontar al poder imperial con el cual el hombre ha tenido que lidiar en todas las etapas de la historia, que es su propia realidad, aquella que lo afecta y lo coloca en la crisis. Sin duda se necesita de lo mejor de la humanidad que cada uno llevamos para vencer, para obtener beneficios y salvar la vida, para convencer a nuestros aliados _o sea todos los humanos salvables_ de que hay que sanarse, que hay que recurrir al amor por el prójimo, por la vida, por la tierra y el universo para zanjar esta gran disyuntiva, ser cordero o héroe de su destino.
Pues bien, yo declaro por lo que soy, he sido, por mi historia y el privilegio de estar aquí, que jamás abandonaré la lucha eterna con la realidad y que, esa obligación moral y ética con el ser, me lleva a comunicarte que no te desanimes, no te rindas. Podemos convivir en el amor y la armonía, si tomamos conciencia. Con el arte, con la política, con el conocimiento y fundamentalmente con el amor, salvaremos el planeta y por supuesto nuestra vida en comunidad, en nuestras pequeñas, pero hermosas comunidades.
Se ha destruido la dignidad humana fundamental, aquella que permite darse cuenta, aquella que permite a un ser humano hacer un análisis concienzudo. El pueblo chileno esta ciego y los ojos se los arrancó la dictadura, no exactamente la metralleta, sino Friedman, la escuela de Chicago, la escuela de las Américas y las familias poderosas, los poderes fácticos, que impiden hasta hoy, que un profesor o cualquiera por temor a perder la pega, hablen de la historia y enseñen la historia real, aquella del despojo y el abuso, los DDHH, porque la "empresa" de educación u otra donde trabaja, pertenece a aquellos que robaron, descaradamente esos recursos y empresas al país y hoy explotan de distintas formas el fruto de ese acto delincuencial, con FFAA y Policía (sin conciencia e información) que los protegen. Quitar la capacidad de análisis del pueblo es el mayor triunfo del capitalismo en Chile, reconstruir eso es la labor más difícil para los hombres y mujeres que tienen conciencia y buscan destruir la explotación del hombre por el hombre.

Se ha desprovisto a la sociedad chilena del espíritu crítico, nos convirtieron en un país apócrifo, ignorante, enfermo finalmente. Eso es lo que ellos comandaron y construyeron, algunos con total conciencia y con el más macabro de los objetivos, otros callando, otros siendo "cómplices activos o pasivos" y otros lisa y llanamente siendo el cordero llevado al matadero con pastillas, televisión, fútbol y farándula. Asì se ha construido el país de los jaguares, aunque se parece más al país de la hienas, utilizando la jerga animal, aquella que no trepida en abordar a su presa con artimañas amistosas o roba descaradamente la comida. Hay algunos que dicen que esto no tiene solución, salvo que los dueños del fundo quieran soltar una pocas migajas, que otros con cierta ingenuidad y/o acomodo intentan recoger. Somos unos pocos que creemos que si se pudo en Ecuador, en Bolivia, en Venezuela porque no podríamos hacerlo nosotros, si finalmente América Latina es un país grande donde la problemática de vida tiene importantes similitudes. La labor entonces es trabajar, luchar, pero fundamentalmente tomar conciencia para sacudirse la modorra mental en que nos han sumido, actuar desde donde estés, desde cualquier plataforma, desde la mesa del comedor almorzando con la familia, hasta las plataformas digitales, la conversación amistosa, todo suma, cambia lo que lees si lo haces, si no, empieza a leer y aprende, opina con conocimiento, no compres los diarios de quienes te venden mentiras. Todo suma, edúcate en la población, en la escuela, en el internet no utilices sus buscadores, aprende a leer entre líneas todo lo que intentan venderte. En las elecciones no les votes, como dice una canción del Tata Barahona, no le entregues el poder, esa es nuestra gran tarea, para eso estamos acá ciudadanos, para darle una continuidad a la especie, pero en forma sana, feliz, basada fundamentalmente en el amor a si mismo, el prójimo y el entorno. Usa tus herramientas, el espíritu y los talentos, si eres creyente busca lo mejor de ellas, cualquier cosa hecha por el hombre es perfectible, ayúdate también de la religión si quieres, entendiendo que Dios, no te quiere alienado, te quiere comprometido con tus hermanos y su entorno, si eres ateo busca al Dios interior que llevas dentro, esa fuerza natural que todo lo puede. Somos más que ellos y podemos cambiar el mundo, lo único que puede impedirlo es la voluntad y esa, es nuestra responsabilidad, hacer que se manifieste en cada uno de nosotros y reconstruir nuestro mundo.

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