el puente: ¿Y ahora quien podrá ayudarnos?

Los asesores de la Derecha, producen Urticaria y otras alergias más serias, observar su lógica tan simplista y mecánica es de terror. Evidentemente hay cierta desconexión hoy, que sería bueno saber por donde pasa, pero se puede instuir por cierto. No se puede desconocer que las últimas acciones por parte de los “asesores”, son por decir lo menos de quinta categoría, aunque no tan mal pensadas, pero como siempre, el último eslabón es el más débil. La compartimentación o el mando, no es algo que sea propio de las organizaciones derechistas, algo pasa con los intereses y el individualismo que impide concatenar las acciones. Hoy el gobierno está desesperado, verdaderamente desesperado y acorralado, con un nivel de desaprobación histórico, nunca antes visto, el más bajo lo llegó a tener Pinochet, aun así superior al 26% actual y bajando, cabe mencionar que no puede asegurar a los hombres de uniforme.

Algunos elementos hablan por sí solos. La idea de infiltrar los “grupos subversivos” es una lógica de la Dictadura, de guerra de baja intensidad, propio de la Doctrina de Seguridad Nacional, una buena cantidad de los “descerebrados ministros”, fueron las Juventudes de la UDI, aquellos que recibieron de la mano del Dictador, la bandera en Chacarillas, algo así como el pendrive entregado para el juramento, pero con una tecnocracia, nunca del todo aceptada por los legionarios.

Esta infiltración se ha materializado en muchas situaciones, pero últimamente ha quedado en evidencia de manera ridícula y con perfomances, que son para reír a carcajadas, si no fuera que porque está implicado el país y sus instituciones. Hoy no hay CNI o DINA para encargar el trabajo Sucio, Contreras no quiere ayudar y los empresarios miran con desdén los palos de ciego. Así es como, la intervención en las redes sociales por ejemplo, es oprobiosa. Los últimos twiteos a la Camila Vallejos desde el sitio derechatwitera por el “sicólogo” Jose Luis Alonso, con foto, ubicación exacta de sus coordenadas, es de Jardin infantil. Aunque debo reconocer que parrafitos como: “Hay una educación que es gratuita aquí en Chile, la que usted le puede inculcar a sus hijos... enséñeles a respetar, a no destrozar, a no mentir, a no robar, a ser responsables, esforzados y a no dejarse mover por masas que perdieron el rumbo al politizarse..!!!”

han hecho ruido en mentes de chilenos (algunos amigos) con miedo y poca cultura política, pues es muy baja aun, evidentemente esta efervescencia no es productos de una madurez política de un pueblo, si no más bien la consecuencia de la desfachatez y descaro de los ladrones que roban en tu casa y luego se quedan a vivir, por lo que la reacción de la víctima es desesperada para echarlos. Pero obviamente, el poder popular está despertando y tomando el camino del flujo natural, la defensa de los intereses ciudadanos.

Ni hablar de los Carabineros y “ratis” infiltrados en las marchas, en verdad es pa’ llorar, los autos dejados a propósitos para ser quemados, la provocación aumentada de las fuerzas represivas, con infiltrados contratados para encender los ánimos, de los adolecentes crecidos en un sistema en el que lo único que importa, es la zapatilla más cara, el ponceo a morir en los eventos como el Culi-Aton donde se abusa de niños de 10 años, ánimos formados en el Chile de las favelas, poblaciones callampas, desarrolladas al amparo de los espejos traídos por las multinacionales y los baratillos Chinos e Indonesios, la sociedad de consumo salvaje. Adormecida por los matinales, las portadas cachondas, los loock a la moda en la farandulería añeja y petrificada por el maquillaje de Falabella y la telefonía móvil. Esta mezcla de fontochería, ignorancia, infantilismo y ceguera política, tiene al país ad portas de una crisis revolucionaria, que al cabo estoy dudando seriamente que en los Libros de Marxismo-Leninismo pueda encontrarse la solución, pues ni en sueños Lenin habría esperado tanta impericia política, con una izquierda desmembrada y pensando en cómo tener más cupos parlamentarios, o como recuperar el sillón de felpa en la oficina pública u otros, en como asaltar la moneda con molotov. Mientras tanto el pueblo como históricamente a sucedido, continua esperando una respuesta, la que por cierto no llegará, no tengo las condiciones para opinar sobre el carácter del chileno y su capacidad para indignarse, tengo la impresión que cuesta para despertar este león, pero una vez que lo hace no se detendrá tan pronto, creo que falta poco para ver tanquetas en la calle y las mismas caras pintadas de siempre. El panorama de alianzas y acumulación de fueraza política bajo aspectos tradicionales, se vé poco auspicioso, pues el poder institucional del estado aun sigue intacto y sus poderes fácticos igual, que soterrada e invisiblemente cooptan las mentes de personas que no entienden que la violencia no está en una capucha o una piedra de un pendejo de 14 años y se preocupan de cómo controlar algo que no se puede con un discurso de levantar las manos (ya no basta con rezar, me acuerdo un individuo de rodillas en una protesta, donde las balas y bombas lacrimógenas pasaban a su lado en ingeniería y el oraba diciendo no se maten hermanos, hasta que un encapuchado lo saco de bruces para salvarlo), la violencia verdadera está en que cada vez que prende la tele es desinformado, es burlado y abusado por los editores mandatados por los dueños que además son dueños de las Universidades y colegios, de los supermercados, de las industrias, de las carreteras, del agua y la luz, de los teléfonos. Este es el país que construyo la derecha, la teoría de Fridman aplicada por la dictadura y continuada por la concertación y su falta de valentía y claridad política, es la descarnada realidad Fridmaniana que explota hoy por todos lados, desde Madrid, El Cairo, Londres y Santiago. Y yo digo: ahora quien podrá ayudarnos.
El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. (sabias y proféticas palabras).