He escrito tanta inútil cosa,
sin descubrirme sin dar conmigo; dice Silvio Rodríguez con su voz filuda y
juglarezca. Claro, si observo el inexplicable accionar de muchas personas,
tiendo a pensar que ciertas filosofías de auto-ayuda o auto-conocimiento como el
ser uno mismo u otras, asociadas a dudosas sectas religiosas prácticamente ocultistas,
la desesperanza y el letargo, hacen presa del ánimo de cualquiera que ostente
algunas inquietudes intelectuales o la mínima suspicacia para ver un poco más
allá del horizonte inmediato y mínimo, que muestra toda la gama de herramientas
nocivas y presentes en el poder económico y social que nos circunda.
Acabo de leer la declaración de
un físico inglés, que señala que la estupidez humana nos llevará sin duda a la
destrucción. Se refiere principalmente a los impactos que trae y puede
ocasionar el cambio climático, el choque de un meteorito y ciertamente las
guerras fratricidas. El dice que en vez de desgastarse en la pelea incesante
por ocupar territorios o discutir por los espacios físicos, debieran los líderes
mundiales, unirse para defender el planeta y abogar, por una política de
preservación y cuidado de nuestro único globo disponible actualmente para
vivir.
La ciencia de los números, o con
mayor amplitud aun, la ciencia dura como se conoce, en particular el método
científico, lo han convertido en la verdad sacrosanta de cualquier acepción o
realidad descriptible y no tanto. Usted mismo y cualquier ser humano con un
mínimo de conocimiento y comprensión, se respalda en sus argumentos aludiendo
que: “ha sido demostrado por la ciencia”, en experimentos o datos presentados
en tal momento y bajo tales condiciones. Por otra parte, también es cierto que
muchas de las filosofías esotéricas, señalan que el conocimiento humano aún es
insuficiente para comprender su existencia y la realidad. Que mientras más nos
ubicamos en el contexto espacial y temporal, más lejano están los elementos de conocimiento
necesario para comprender en que consiste el sentido de la vida y la permanencia.
No me cabe duda que hasta hoy, el enorme legajo de palabras y formatos de
escritura sobre el conocimiento humano, emitido por los pensadores de la más
variada progresión de dominios, inclúyase cualquier tema al que queramos demandar,
estará tratado con alguna visión o punto de vista, de hecho la modernidad es la
que señala que “todo está hecho, nada se crea sólo se recrea”.
No es mi intención hacer un decálogo sobre historia de la ciencia, sólo
interesa plantear este análisis de arriba abajo, para destacar las razones que
expliquen cómo se ha subyugado la voluntad, atomizando la conciencia y la
libertad de pensamiento del ser humano, que hace parte de las masas dominadas
por aquella estupidez, connatural a sus líderes, que sin parangón aceptan, sumidas
en sus necesidades, ampliamente creadas y definidas por estos mismos grupos de
poder, que utilizan todo el poder del dinero y riqueza del planeta, para mantener sus prebendas y malignos
intereses. No podrán negar que desconcierta, la incapacidad mental y cerebral
de oponerse a tanta ignominia, tanta anti-natura y perversión de la realidad,
injusticia e inequidad para solventar oscuros y patológicos beneficios.
Seguramente en las interminables
escritos desarrollados por el ser humano, podremos encontrar algunas
explicaciones sobre la debilidad de la especie, para manejarse y ajustarse a
las leyes naturales y permanecer de manera altruista en el planeta; lo que me
hace pensar que sí, puedo explicarme porque las personas optan por una vida y
existencia acrítica, sin comentarios, sumidos en la cotidiana contingencia
difundida por los medios de comunicación de masas, incrédulas de cualquier
observación que atente con el orden establecido, el actual NOM, nuevo Orden
Mundial. Convirtiendo al ser humano en incluso una lacra para los perversos
objetivos, poblaciones como la india, la africana, la china; señalando que la
sobrepoblación atenta contra los objetivos de una buena convivencia armónica y
regular; que los recursos no serían suficientes que etc, etc. En efecto, hay
países con detrimento importante en recursos naturales, sin embargo es lógico
preguntarse ¿porque en países que sí tienen los recursos, estos no beneficien a
su población, sino más bien se usen para aumentar el patrimonio de una ínfima casta
y se extraigan indiscriminadamente para estos oscuros grupos, afincados en
grandes consorcios y compañías con valores monetarios, que desestabilizan la
economía planetaria y mandan millones de seres humanos a la miseria, asentando
golpes impensables a los países que intenten oponerse a dichos intereses?.
El globo se infla, pero en algún
momento se revienta y hay que utilizar la fuerza para volver a crear otro
globo, asi los recursos se transforman en la moneda de cambio y en el peor de
los enemigos para los países que lo tienen. El caso de Chile es sintomático, si
no hubiera tenido el cobre y los 4200 km. de costa, a nadie le hubiera
importado un proyecto como el de la UP, si alguien quiere discutir esto, vea
entonces la Bolivia actual, con un gobierno mucho más avanzado que el del
propio proyecto de Salvador Allende en las postrimerías del siglo pasado.
Actualmente considerando que el cobre manejado por CODELCO, empresa nacional,
es sólo entre el 30 y el 40% del que se explota en el país, sabe UD. que como declaraba
un ejecutivo, “…esta empresa administra algo así como 8 mill. De pesos por cada
familia chilena, anualmente, es decir sin hacer absolutamente nada en Chile,
con la sola explotación del 30% del cobre chileno, cada familia recibiría unos
700 mil pesos mensuales. Considérese, que la empresa CODELCO entrega todos sus
valores al erario nacional, entonces es lógico que alguien se pregunte: ¿dónde
van a parar mis 700 lucas mensuales?, teniendo en cuenta que además Ud. paga
hasta por el estacionamiento en el supermercado. Obviamente todas estas perversos
desequilibrios, alimentan los más variados fenómenos de verdaderas lacras
sociales de arrastre, como son la delincuencia, la inconciencia, el sálvese
quien pueda, la ignorancia para decir basta, la complacencia.
Hay que decir por otra parte, que
junto con lo anterior, tenemos algunos tristes títulos como es el primer lugar
en la concentración de los medios de comunicación, el 95% sin ley de medios que
regule aquello y con un estado con cero conciencia sobre el asunto, pues la
inversión que hace este mismo es de un 80% en estos mismos medios establecidos.
Un pueblo que paga su ignorancia y autoriza cada cuatro años para que lo suman
en la desinformación y el embaucamiento intelectual y cultural.
Es verdad, es desalentador crecer
y ver crecer en un país como Chile, donde cada individuo tiene la razón y la
defiende a brazo partido cuando se trata de mantener las prebendas de la
censura y la libertad vigilada, que le ha impuesto el establishment político, que
lo confunde dejándole en manos de juicios desprovistos de crítica y análisis
ideológico serio, una decontruccion del carácter, manipulado y manejado por el
bloqueo a la cultura y al arte, incorporando en la educación mercantil, un
profundo sentido de individualismo e indolencia, carente de altruismo y
cooperatividad, operando con todas las herramientas del conocimiento humano
para insertar las conductas de consumo salvaje, inconsciente e inconsecuente.
En una charla de una connotada ejecutiva de marketing de una compañía mundial
de productos de consumo, señalaba que existen 3 estrategias de venta
poderosísimas que ellos utilizan, y aquella que es el arma letal y por tanto,
la que guardan bajo siete llaves para vender productos absolutamente
desacreditados, por distintos motivos y los transforman con estas estrategias
en superventas, es la de apelar a la capacidad que tiene este
individuo-consumidor, de mirar para el lado, de no ver, en buen chileno de
hacerse el huevón.
Hoy estoy cumpliendo 50 años,
cinco décadas en las que un hombre observa y vive muchas cosas, un tiempo en el
cual se puede explotar la sabiduría humana que a veces la contingencia nos
impide verificar, sobre ella es en la que quisiera y quiero creer y crear,
apelando a esta sabiduría es que creo que finalmente desde una realidad no más
difícil y oscura que otras, se puede vivir y convivir con esta especie ayudado
por la imaginación y la fantasía. Intento comprender las bondades del arte en
tanto herramienta para combatir el oscurantismo, la parte del mal que opera en cierta
realidad y hacer que la vida fluya como un todo más armónico como dice Manuel,
¿esta felíz?. Si querido Manuel se puede estar feliz, si utilizamos el arte no
como una coraza autista y explotadora de vanidades, sino como el motor de
cambio para ver el mundo con los ojos del amor, del hombre sano y equilibrado
que necesitamos para amarnos y respetarnos como especie en nuestras
diferencias.
Muchas cosas se han vivido, he
conocido de primera mano como es la vida de un hombre común, sin urgencias
extremas, pero con una convivencia precaria en cuanto al andamiaje social y
económico, he visto el lado amargo y malvado del ser humano desde cerca, con
fríos intereses, desde mi sensibilidad dada por las circunstancias ambientales
y temporales, he visto el ying y el yang de esta especie y aprendido a
rebalsarme de alegría con la sonrisa de un niño o la mirada de un recién
nacido, el inmenso amor que puede significar una caricia de una mujer enamorada
o la ternura del amamantamiento de una madre, las carreras desaforadas de un
niño que descubre y la parsimonia amorosa de un artista que entrega su talento
en un canto al espíritu, la inmaterialidad e indescriptible capacidad de amar a
los hijos. La estridencia magnífica de un acorde afiatándose con el oído
maestro de un músico que des interesadamente, sólo por el hecho de hacer y
vibrar, entra en resonancia con el ser que subyace en la esencia de esta misma
especie, que puede ser tan difícil de entender en sus oscuridades, pero tan reluciente
en la capacidad de dar y amar.
He aprendido a maravillarme, con
el exquisito proceso de un tulipán que crece en la maleza del húmedo y austral
sur, con el brillo inconmensurable de una gota de agua que se desliza en una
hoja de nalca, en el paisaje del bosque templado de selva valdiviana, con la
furia del viento y el movimiento en este lugar de la tierra, asolado por las
placas tectónicas y el clima del pacífico y los cerros.
Puedo decir que la vida fluye,
como las aguas del Petrohue, como el torrente de los ríos que corren al mar,
como conversara alguna vez con Raul Zurita sobre la potencia del agua y su
caudal. He encontrado en la vida lo mejor de la especie, he sabido alejarme de
lo peor, sin perder de vista su existencia, pues afecta la misma sensibilidad
que he descrito. Puedo decir que ha comenzado el camino de la madurez con la
vida a mi favor, no me ocupo de las pequeñeces cotidianas, pues podrían ser muy
grandes si las miramos con el cristal del individualismo y el ego, siempre tan
controvertido y enemigo del colectivo. Quiero ser un hombre común, un hombre
sencillo y que la vida misma, se encargue de hacerme comprender que frente a la
inmensidad que nos rodea, soy nada, pero que por existir soy todo, soy el Dios
que fecunda la existencia, que permite que el sol salga para esta realidad que
observo desde mi punto de vista, desde esta experiencia que es única e
indivisible y que por ello, es la más preciada, la más cara. Por esto aunque lo
parezca a veces, no digo lo que tengas que hacer, la otredad para mi es parte
del yo, por cuanto no puedo decir a mí mismo que hacer, menos podría decirlo a
otros, entonces ruego por estar consciente en esta danza cósmica en la que nos
enredamos a diario, como un acto y un elemento de amor, de amor infinito por la
vida y toda su complejidad.